Recogida Primavera

En la provincia de Las Palmas, más de 31.300 personas tuvieron que acudir al Banco de Alimentos a lo largo de 2022.

Estamos ante un nuevo escenario de emergencia social: la escalada de los precios se ha solapado con la pandemia y está cronificando la situación de pobreza alimentaria que ya sufrían muchas personas en nuestra provincia. En estos momentos más del 36,8% de la población canaria esta en riesgo de pobreza severa y exclusión social.

Además, la nueva crisis no solo está afectando a miles de ciudadanos en situación de vulnerabilidad, también al propio Banco de Alimentos y a las entidades sociales encargadas de repartir comida en los barrios. Por culpa de la subida de precios, cada vez reciben menos donativos y excedentes para abastecer sus almacenes de provisiones y han tenido que reducir más de un 10% la cantidad de alimentos que distribuyen.

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Han producido un aumento generalizado de los precios y una gran pérdida de poder adquisitivo para muchas familias. Basta con repasar los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) para observar una subida interanual del 8,4% en el Índice de Precios de Consumo. En esta misma línea, según un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), 5 de cada 6 productos del supermercado salen más caros que hace un año, y el coste de la cesta de la compra ha subido un 10%. De seguir así, explica la OCU, cada hogar gastará 500 euros más solo en alimentos básicos.

Ante este contexto de alta inflación, desde FESBAL alertan de que muchos de los nuevos usuarios que necesitarán ayuda alimentaria en los próximos meses serán personas con trabajo y familias de rentas bajas y medias que ya no llegan a fin de mes por culpa de la subida de los precios.